Este pequeño recorrido de no más de 30 km reúne una serie de factores que lo hacen muy agradable, exigente y bastante placentero.

Hay que recordar que las pistas que abundan por los montes de Maraña no han sido diseñadas para la BTT y solamente los muy hábiles y entrenados lograrán completar la vuelta al 100%, montados sobre la bicicleta. Aunque he de confesar que ésta ruta no es de las más exigentes. Las pistas tienen buenos tramos, pero en otros meten la directa con fuertes pendientes que cuando llueve se hacen torrenteras y cuando pasan vehículos, las tracciones levantan piedras y deterioran el piso.

El paisaje que recorre esta ruta es de prados de montaña, vistas al Mampodre a nuestra espalda, entrada en el valle de Tronisco, bajada por los hayedos hasta el Porma, subida por carretera el entrañable puerto de las Señales y finalizando hasta Maraña por la estimulante pista de Riosol. Una variedad de terrenos que hará una jornada muy variada y divertida.

Puedes seguir esta ruta a través de la aplicación Relive y el Google Earth

La salida desde las Cabañas Patagónicas la hacemos bajando a la calle principal de Maraña, Raimundo Alonso, que la subiremos hacia el oeste hasta el final del pueblo. Sin salirnos, seguimos por la pista de Riosol asfaltada, tomando el desvío hacia la piscina y el polígono ganadero.

En el puente sobre el arroyo vemos a nuestra derecha la piscina natural de Maraña, una buena opción para refrescarnos si el calor aprieta.

Pasamos la nave ganadera a nuestra izquierda y la pista sube con buen firme hasta las campas de Espinaredo. Aquí hay un tramo en que la pista desaparece en la campa, pero si seguimos subiendo a media ladera, la encontraremos de nuevo entre los espinos.

Todo este tramo lo hacemos por la pista principal hasta el collado de Tronisco bajo el Cueto Joracao. Decir que hay tramos empinados, con piedra suelta que serán difíciles de sortear sobre la bici. El resto de la pista hasta el collado se hace bastante bien.

Una vez dejado atrás el Cueto Joracao, tenemos que girar a la izquierda y atravesar andando el arroyito. Al otro lado no hay pista, por lo que tendremos que subir a cuchillo por la campa y si no eres muy hábil como yo, empujando la bici.

Enseguida aparece un sendero ancho, bien marcado y ligero. El pedalear se hace muy a gusto y enseguida llegamos a una campa donde aparece un poste meteorológico a la derecha del camino. Pasado éste la bajada alterna entre buenas pendientes, piedras sueltas y traqueteo continuo hasta la entrada del bosque. Disfrutamos la bajada a la sombra y después de una curva a la izquierda nos encontramos con una torre forestal de madera. De aquí hasta la carretera la pista nos lleva ligeros, pero dando bastantes botes.

Terminamos la pista y cogemos a la derecha la carretera de Cofiñal al puerto de Las Señales. Subimos el puerto disfrutando del paisaje y si hay suerte, frente a los Forfogones mana una fuente salvaje entre las plantas, donde podemos coger agua. Unos kilómetros más adelante, justo un par de km antes del puerto, hay otra pequeña fuente a la izquierda de la carretera, frente a unos quitamiedos de hormigón. La subida del puerto, aunque sea asfaltado en muy mal estado, se hace muy agradable gracias al pinar de Lillo, una joya natural protegida de gran belleza. Si tienes la suerte de estar en otoño ¡deléitate con el colorido!

Pasamos el alto de las Señales. Bajamos al puerto de Tarna y giramos a la derecha para entrar en la carretera de Valdeburón. A los dos km aparece 180º a nuestra derecha la pista de Riosol. Hay que controlar la velocidad porque es fácil embalarse y pasársela. Hasta la ermita llega el asfalto, hay otra fuente justo donde empieza la pista de tierra y después de 4 km por ella, llegamos a Maraña.